Los frascos Erlenmeyer son una de las herramientas de laboratorio estándar para el cultivo de microorganismos y células. El biorreactor, por el contrario, se considera una solución especializada para aplicaciones comerciales y departamentos académicos como la ingeniería química. Si bien hay un argumento genérico a favor de este punto de vista, las realidades de la investigación moderna en biociencias han ampliado la necesidad de más información y capacidad de semiproducción a pequeña escala.
A veces se considera que los biorreactores son demasiado complejos, demasiado costosos y que requieren demasiado tiempo. Se necesitan argumentos poderosos para convertirlos en la opción "preferida". Si este dilema le es familiar, los puntos tratados en la presente nota podrán ayudarle a presentar su caso.
Leer másLas imágenes son de carácter ilustrativo. Última Actualización: 26/04/2024 1:40
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