Un biorreactor proporciona un entorno ideal en el que las células pueden centrarse en lo que se supone que deben hacer: proliferar. En esta nota, veremos cuáles son los parámetros más importantes de este proceso y de qué manera podemos regularlos en el biorreactor.
Un biorreactor proporciona un entorno ideal en el que las células pueden centrarse en lo que se supone que deben hacer: proliferar. Al igual que los trabajadores del laboratorio, las células sólo pueden hacer un buen trabajo de manera constante si las condiciones son las adecuadas: no debe hacer demasiado calor ni demasiado frío, y tienen que tener suficiente comida nutritiva y aire fresco. En términos de un biorreactor, esto significa mantener el pH, la temperatura, garantizar un suministro suficiente de gas y, dependiendo de cómo se haya configurado el instrumento, agregar nutrientes para un mantenimiento exitoso del crecimiento.
Dada la abundancia de funciones que debe realizar un biorreactor, es posible que se pregunte cómo puede hacerlo todo. ¿Qué componentes necesita? ¿Cómo saber cuáles son las condiciones actuales en el biorreactor y cómo se pueden corregir? Y, por último, sólo para ponerlo en perspectiva: ¿cómo se toman los datos capturados durante un bioproceso por lotes, se muestran de forma significativa y luego se guardan y evalúan mientras se mantienen organizados?
En esta nota, veremos cuáles son los parámetros más importantes del proceso y los mecanismos para regularlos.
Autor: Dr Tony Allman, Product Manager Fermentation de Infors.
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