Dentro del plan de prevención de la pandemia de COVID-19 en el aeropuerto Changi de Singapur se realizan test rápidos a los pasajeros. Informado sobre la situación y preocupado por las necesidades operativas del personal en esta primera línea, el equipo de Haier Biomedical consideró las necesidades de protección del entorno de trabajo, el personal y las muestras, y rápidamente proporcionó soluciones personalizadas.
El aeropuerto Changi de Singapur conectó en 2020 a 63.2 millones pasajeros (1.4 veces la población de Argentina) con más de 200 destinos internacionales. Fue votado el mejor aeropuerto de Asia y se ha transformado en un destino turístico en sí mismo: por su enorme domo de cristal, sus jardines, atracciones, piscicna y por poseer una catarata de 40 metros, la más alta del mundo en interiores.
Con la enorme responsabilidad del manejo seguro de esta colosal cantidad de personas en medio de una pandemia como el COVID, y con el foco en la prevención de la propagación de virus, el aeropuerto de Singapur se asoció con el equipo de Haier Biomedical para dar respuesta a la necesidad de realizar test rápidos a los pasajeros contemplando la protección del entorno de trabajo, el personal y las muestras.
Así se instalaron las cabinas de seguridad biológica que cumplían con los requisitos y necesidades del Aeropuerto para cubrían la alta demanda de test que deben realizarse por día y mantener seguros a los trabajadores del aeropuerto, los pasajeros y a toda la población.
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